P. Mi nuevo hombre es mejor que mi ex en todos los sentidos: amable, divertido y el sexo es increíble, hasta que se acerca al clímax, momento en el que hace un ruido increíble durante lo que parece una vergonzosa eternidad. No quiero arruinar el momento ni disminuir su placer, pero ¿cómo puedo evitar que esto me desanime?
R. Permíteme contarte algo que parece irrelevante, pero en realidad no lo es. En 1987, Daniel Wegner, profesor de psicología en la Universidad de Harvard, realizó un experimento muy simple. Le pidió a un grupo de estudiantes que hablaran en voz alta sobre cualquier cosa durante cinco minutos. La única regla era que no se les permitía pensar en un oso blanco mientras hablaban. Si les venía a la mente un oso blanco, debían tocar una campana. A pesar de las instrucciones explícitas, en promedio, los participantes del estudio pensaron en un oso blanco más de una vez por minuto. Wegner descubrió más tarde que cuando los seres humanos intentan no pensar en algo, una parte del cerebro evita el pensamiento “prohibido”, pero otra parte “verifica” de vez en cuando para asegurarse de que el pensamiento no esté surgiendo, lo cual, irónicamente, lo trae a la mente.
El experimento de Wegner fue el origen del fenómeno que ahora conocemos como “supresión del pensamiento”. ¿Qué tiene que ver esto con los aullidos copulatorios, preguntas? Bueno, mientras estás ahí acostada escuchando a tu novio gritar, sientes una mezcla de vergüenza y disgusto. No te gustan los sonidos que hace, pero no quieres decir nada porque no quieres arruinar su momento. Ese conflicto crea estrés psicológico para ti, y después del sexo, el esfuerzo que haces para suprimir cómo te sientes acerca de su estruendoso clímax asegura que constantemente venga a tu mente.
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Aunque te resistas a decir algo que pueda afectar el disfrute de tu novio, ignorar el hecho de que encuentras sus vocales tan desagradables está afectando tu propio disfrute. Si continúas sin decir nada, tu aversión por su peculiaridad envenenará todo. En cambio, si le preguntas por qué hace tanto ruido y le dices que te hace sentir un poco incómoda, los osos blancos desaparecerán y tú y tu pareja podrán comenzar a analizar qué está sucediendo realmente para él y si hay alguna manera de que pueda ajustar el volumen sin disminuir su satisfacción.
Esta no es una conversación para tener en el dormitorio y tu enfoque debe ser de indagación en lugar de acusación. Necesitas averiguar si él es consciente de lo ruidoso que es y qué exactamente está sucediendo en su cuerpo en ese momento. Él puede, de manera equivocada, creer que gritar fuerte es una forma de comunicar la intensidad de su placer sexual. Puede argumentar que su reacción es normal y que no puede hacer nada para ajustar el volumen. Si ese es el caso, llévalo a pasar un fin de semana en casa de tus padres y asegúrate de tener sexo. Te garantizo que lo reducirá.
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Las personas son diferentes y la forma en que responden al orgasmo es diferente, por lo que es posible que estés comparando injustamente a tu novio con parejas anteriores que eran excepcionalmente silenciosas. Sin embargo, describes a un hombre que aúlla como un animal herido, no a un hombre en medio del éxtasis sexual, así que tomo tus palabras en serio. No hay consenso sobre cuánto ruido es el adecuado durante el sexo, pero la mayoría considera que hacer algún ruido durante el orgasmo es una forma valiosa de comunicación. Es una manera de decirle a su pareja dónde están en el camino hacia el clímax y luego que han llegado al punto de no retorno. Sin embargo, creo que es justo decir que para la mayoría de las personas, un ruido moderado es genial, demasiado ruido es demasiado y el completo silencio es un poco incómodo.
Entonces, necesitas hablar y, cualquiera que sea el resultado, el proceso servirá para tres propósitos. Primero, comprender de dónde proviene el comportamiento hará que te enfoques menos en ello. Segundo, saber que te molesta hará que él preste atención de una manera que no está haciendo actualmente, y lo más probable es que una vez que lo haga, automáticamente reducirá el volumen. Y tercero, ser abierto acerca de un problema percibido establece un precedente para una comunicación honesta en tu relación sexual, y eso beneficiará mucho más que tu vida sexual. Envía tus preguntas a [email protected]